¿Como planear clases que faciliten el aprendizaje enfatizado en el compromiso del profesional del diseño?
Planear: prever un acontecimiento.
Proyectar una resultado futuro.
Proponer una estructurar para obtener un resultado.
Pensar en un plan para conseguir un objetivo.
Ejemplo:
Verbal Planear una lectura, que promueva una reflexión
sobre el Diseño Grafico. Para este caso encontré un pequeño artículo de Joan Costa llamado, Privilegio y compromiso del diseño gráfico, fuente (FOROALFA).
Diseñar para los ojos es diseñar para el cerebro, el
órgano más complejo y el que rige todas nuestras actividades y nuestra
conducta. El ojo y el cerebro hacen un todo.
El diseño hecho para los ojos constituye, hoy,
el medio fundamental de la comunicación social. Su designio más noble es
trabajar para mejorar nuestro entorno visual, hacer el mundo inteligible y
aumentar la calidad de vida; aportar informaciones y mejorar las cosas;
difundir las causas cívicas y de interés colectivo y la cultura. Su
especificidad como disciplina es transmitir «sensaciones, emociones,
informaciones y conocimiento».
Pero el
diseño puede hacer también lo contrario: seducir en favor de las ideologías y
los fundamentalismos; fomentar el consumismo salvaje y alienante; generar ruído
y contaminar el entorno urbano; ser cómplice del desprecio de las identidades
culturales y de la libertad individual y colectiva.
Es por esta
ambivalencia del diseño como herramienta privilegiada de comunicación (para
bien y para mal), que su ejercicio conlleva tantas implicaciones: económicas,
políticas, técnicas, culturales, sociales y éticas. El grafismo está ligado a
la industria y al comercio, y por tanto a la economía; a los medios
audiovisuales, la cultura, y asimismo a la política; al marketing y al consumo;
a la estética y la semiótica; a la ciencia de la comunicación y, por eso mismo,
a las ciencias humanas y a las nuevas tecnologías.
Este es el
campo de fuerzas en el que hoy se inscribe y se define el diseño gráfico, y lo
que hace su especificidad y su especialización por comparación con las otras
disciplinas del diseño. Si bien todos los productos y artefactos industriales y
las realizaciones urbanísticas y arquitectónicas, pasan «en primer lugar» por
los ojos, pues son objetos visibles en el entorno; y si están hechos para las
funciones prácticas de la «acción» humana (operar, manipular, desplazarse,
trabajar, etc.), no lo están en cambio para comunicar «información» y
transmitir «conocimiento».
Pero la
disyuntiva y la distinción crítica — ¿y ética?— está en los extremos: entre el
diseño como comunicación (dar a la gente la información necesaria en cualquier
ámbito de la vida social) y el diseño de persuasión (que intenta convencer,
seducir para que las personas compren cosas y voten a personas, o se adscriban
a ideologías).
Bastantes
voces se han alzado ya, junto con la nuestra que ha sido de las primeras, a
propósito de esta disyuntiva esencial.1 «Se está gastando demasiada
energía de diseño en la promoción de un consumo sin sentido, y poca energía en
ayudar a las personas a comprender un mundo cada vez más complejo y frágil».2
Ken Garland ya había escrito que «Hay ocupaciones más merecedoras de nuestras
habilidades para resolver problemas. Una serie de crisis medioambientales,
sociales y culturales sin precedentes requieren nuestra atención. Existen
cantidad de intervenciones culturales, campañas de marketing social, libros,
revistas, exhibiciones, herramientas educacionales, programas de televisión,
películas, causas benéficas y otros proyectos de diseño de información que
necesitan urgentemente nuestra experiencia y ayuda».
En tanto que
el cometido del diseño gráfico es la «comunicación», la disciplina cuenta para
ello con un «lenguaje» propio. Es el lenguaje básico de la imagen y el texto, o
lo que hemos llamado lenguaje «bimedia» (icónico y tipográfico), que organiza
la colaboración expresiva de las imágenes y los textos. Este lenguaje esencial
de la gráfica ha dado lugar a desarrollos y ramificaciones técnicas, como los
lenguajes del color, los signos funcionales, los símbolos de las ciencias y las
técnicas, los grafos —que constituyen el lenguaje de los esquemas— y la
digitalización. Son nuevos elementos —unos conceptuales y otros técnicos— que
no se clasifican dentro del dualismo fundamental imagen-texto, porque no son lo
uno ni lo otro. Y vienen a completar y ampliar así el repertorio de los
recursos comunicacionales del diseñador gráfico contemporáneo.
Este articulo, invita a los
estudiantes, a ver el diseño como una actividad mental no mecánica, mas bien cognitiva, donde hay procesos del pensamiento. a demas de promover la discucion en el ambiente de aprendizaje, de manera formativa.
Visual: Planear una actividad donde el estudiante genere
su una propia versión de una pieza de la Bauhaus, y la logre recomponerla a través de la
herramienta (software). Pero manteniendo los componentes estéticos.